Sobre nosotros

Apóstol José Rodolfo Villatoro

Es el fundador del ministerio internacional «Lirios del Valle» Tiene una maestría en teología en la Universidad Visión en Dallas. Cuenta con más de 30 años de experiencia en el ministerio. Es el fundador del canal de televisión «Reino Unido» en Dallas Texas y de dos iglesias en El Salvador; una en la República de Honduras y cuatro en los Estados Unidos. 
Con su llamado apostólico ha sido un pionero en el campo de la evangelización en varios países del mundo, siempre con un corazón de padre para fundamentar los corazones de pastores y líderes que están anhelando un cambio en sus iglesias.
Está casado con la Pastora Cándida Villatoro.  Son padres de cinco hijos, todos ellos son ministros del Señor.  Están radicados en Dallas, Texas, Estados Unidos.

Más sobre nosotros…

La Pastora Cándida y yo nacimos en el seno de unas familias muy humildes en nuestro país, El Salvador; pero aun en ese ambiente humilde, aprendimos valores maravillosos; conocimos el arte de cultivar la tierra, de cuidar el ganado y aprendimos la regla de la pesca. ¿Por qué digo todo esto? Porque, al caminar en la vida, nos dimos cuenta de que todas estas cosas nos estaban preparando para el trabajo más noble y maravilloso que el ser humano puede realizar en este mundo. En ese tiempo, no comprendíamos lo que estaba pasando en nuestras vidas, pero la verdad es que nuestro Padre celestial nos estaba preparando para la obra del ministerio.

Hoy en día, eso es lo que hacemos: pastorear el rebaño del Señor. Déjame decirte que, para nosotros, este no es un trabajo que produce algún tipo de carga, cumplir el ministerio de la gran comisión. Para Cándida y para mí, ha sido un gran privilegio que nuestro Dios nos haya tomado en cuenta para la edificación del cuerpo de Cristo.

A lo largo de nuestra vida, nos hemos dado cuenta de que las Escrituras hablan de experiencias similares a las que nosotros habíamos aprendido en nuestra juventud. Por ejemplo, el Señor le dijo a Pedro: «Si me amas, apacienta mis corderos». También le dijo a Pedro: «Te haré pescador de hombres» y la Parábola del sembrador es una de mis parábolas favoritas.

En nuestro país, nos dedicábamos al cultivo, a cuidar el ganado, a sembrar la tierra y sabemos todo. Literalmente, para nosotros ha sido fácil entender nuestro llamado, y déjeme decirle que eso es lo que hacemos: sembramos la Palabra de Dios en los corazones de las personas por todo el mundo. Seguimos apasionadamente plantando la semilla de la salvación, la semilla de la sanidad, la semilla de la multiplicación y la semilla de la verdadera libertad en Cristo Jesús.

Cuando apenas teníamos veintiún años, emigramos a los Estados Unidos por la situación de una guerra civil en nuestro país. Dejamos atrás muchas de las cosas que tanto amábamos, como la familia, la iglesia donde habíamos conocido al Señor, los hermanos de nuestra comunidad, nuestra cultura. De un día para otro, nos encontrábamos solos en un país totalmente diferente al nuestro, con costumbres muy distintas. Al principio, nos queríamos regresar, pero Dios comenzó a aguijarnos de una manera extraordinaria, comencé a oír la voz de Dios que me decía: «Hijo, te he traído a este país para que conozcas muchas culturas». En Estados Unidos de América se encuentran muchas culturas juntas, y fue allí donde mi Dios comenzó a mostrarnos las naciones de la tierra.

Ahora, estamos ayudando a muchos pastores por todo el mundo. Empezamos a viajar por todos los Estados Unidos ayudando y fundamentando a nuevos líderes en el reino de Dios. Para este tiempo, hemos viajado a Sur y Centroamérica llevando la Palabra de Dios, fundamentando a nuevos líderes para que ellos hagan la obra del reino de Dios en la tierra.

Nuestro deseo es continuar con este noble trabajo que Dios ha puesto en nuestros corazones, deseamos con todo nuestro corazón seguir ayudando a nuevos pastores en Latinoamérica y el mundo.

Nuestra pasión es ver a hombres y mujeres ungidos, cumpliendo el ministerio de la gran comisión. Tal como el Señor nos dijo en Mateo 28:19-20«Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén».

Nuestro mayor deseo es que cada persona que ha sido llamada por Dios cumpla su ministerio sin vacilar. Estamos llevando congresos de avivamientos por toda la tierra, y hasta este momento, nos hemos sentido muy honrados por nuestro Dios y por cada una de las personas que nos ayudan con sus oraciones y con sus finanzas para seguir llevando a cabo esta bella obra de gracia.

Dios dice: «Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia» (Mateo 10:8).

Estamos apasionados viendo los resultados en las vidas de las personas. Hoy no podemos detenernos, tenemos que seguir construyendo líderes que impacten a este mundo, que cada día va de mal en peor.

Nuestra meta es seguir ganando almas. La Escritura dice en Proverbios 11:30: «El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio».

Ganar almas es de sabios. Gracias por sus ofrendas y sus oraciones, usted es parte de nuestro equipo de ganadores de almas. Hágase socio hoy mismo y le puedo garantizar que no perderá su recompensa.